Mouthful of Cavities, de Blind Melon

Blind Melon es una banda de los 90 que para mi por lo menos fue profundamente influyente y seminal.

En esa época (y ahora también) yo era muy impresionable y tendía a acercarme a la música que transmitía emociones tristes, sobre todo agonía y desesperación existencial. En fin, un adolescente. También algo de alegría pero, vamos a ver, eran los 90. La época del Grunge, de Nirvana, Alice in Chains, Nine Inch Nails, etc. Algo de alegría había pero era bastante banal, tipo the Offspring a ratos pero por lo general hasta la música que te hacía saltar y cantar en los bares tenía un trasfondo crítico, melancólico o directamente trágico.

Shannon Hoon, el cantante y compositor de Blind Melon, fue uno de mis ídolos más radiantes. Estrella del track and field (atletismo) en el instituto que acaba arrastrandose a la autodestrucción; drogas, depresión… Todo esto con un aspecto de hippie guaperas bonachón y una voz angelical capaz de transmitir simultaneamente alegría y tristeza, algo que realmente pocas veces he visto y que en su momento me sacudió como un tren de mercancías.

Mouthful of Cavities es el corte treceavo y penúltimo del album Soup que, dicho sea de paso, es una auténtica obra maestra de su tiempo y el venidero. Con un rock suave de aires country, blue grass o Jazz New Orleans y una temática que va desde la paternidad, asesinos en serie, existencialismo, espiritualidad, drogadicción, etc. Ya hice un análisis hace tiempo pero creo que convendrá hacerlo de nuevo en el futuro.

Vamos al tema que nos ocupa, esta desgarradora llamada de auxilio de 3′ 33» (Blind Melon hizo una versión del mítico 3 is a Magic Number en su disco pósthumo) cantada por nuestro Shannon y acompañado por Jena Kraus de la que se muy poquitas cosas.

Ahora, si no te importa, dale al play y sigue leyendo:

Se oyen unas respiraciones entrecortadas y Shannon nos dice: escucha tengo la ventana abierta, ¿oyes los gatos (literalmente)?, escucha. Un prefacio interesante.

Un arpegio de Mi menor en la guitarra acústica y nos precipitamos en cual balsa de rafting en esta melodía que parece a veces un riff y que nos guiará sobre sus turbulencias a lo largo de la canción.

Una bocanada (o la boca llena) de caries y tu alma llena de bromas, como las contradicciones y desvaríos que conlleva su adicción, y cada día me recuerdas cuan desesperadamente necesito, aquí entra Jana con una voz tierna que acompaña con algo de retardo a la voz principal cual si de una persona cercana, familiar, vulnerable se tratara. Que lo sufre.

Mira, tengo un montón de vicios por aquí y no me llevan a nada nuevo, Jena enfatiza la segunda frase. Te ven, ven todo lo que haces, dice, ven todo hasta el interior; se siente expuesto. Aqui llega el primer puente y un breve parón dramatico que deja una nota (La) en suspenso para retornar a la estrofa y la melodía principal y al despiece emocional.

Por favor, dame un poco más y me desharé de esta tristeza*, en clara adicción a su dependencia física y psicológica, porque un día de estos esto morirá, igual que yo, igual que tú, aparente perogrullada que contiene el probable desenlace con Jana haciendo unos coros que me suenan cual advertencia previa al «te lo dije».

Escribo una carta a un amigo mio y le digo cuanto solía gustarme verle sonreir. Verás, no le he visto sonreír en un buen rato. Desgarradora forma naif de expresar cómo la adicción rompe las relaciones humanas por desgaste produciendo un profundo dolor en las personas cercanas. Aún así, él es tan inocente que le escribe como si no se diera cuenta del motivo.

Con esto nos saca del ambiente lóbrego y de intimidad a través de un puente (musical y figurado) que va abriendo la ventana a algo de luz, entra la batería y el reproche cargado de rencor con; pero se que te estás riendo por dentro, que repite hasta el final. Melodía principal resumida, guitarra eléctrica con distorsión, frustración, rabia, pero siempre con pena y con mesura. Los coros se mezclan con lamentos y casi maullidos (?) de ambos y llega un solo de guitarra muy sencillo pero profundo y desgarrador que se entrelaza con los coros como un lamento más y hará de hilo conductor hasta el cercano final. Unos acordes disonantes de piano que evocan el caos de la situación y que acaban con unas notas harmoniosas pero tristes. Y con esto, nos vamos.

La producción es bastante suave e íntima, no se si debido a que el tono del disco es así en general o a que tampoco tenían intención de hacer demasiada sangre con el tema. A mi de todos modos me parece desgarrador y, si por lo que sea has pasado personalmente o a traves de alguien cercano por algo así, profundamente triste.

No quería dejar de señalar que esta canción va precedida en el album por New Life, que habla del deseo de que la nueva vida que va a traer al mundo le infunda nueva vida a él también, y seguida por Too Much Lemonade donde la limonada es un eufemismo de la droga. Os invito a escucharlas y, a ser posible, a escuchar todo el disco. Que es una joya.

Os dejo el video, aunque tampoco aporta demasiado al menos les veis las caras.

* La traducción literal de baby blues, que es lo que realmente dice y libremente he traducido como «tristeza», es depresión post parto. Pero me ha parecido demasiado duro y falto de contexto ya que Shannon estaba en esa época cerca o a punto de ser padre de su hija Nico.

Unfinished Sympathy, de Massive Attack

Este tema, grabado en 1990 y lanzado en el ’91 ha sido seleccionado varias veces como mejor canción de la década por la prensa especializada, incluso la MTV2 llegó a considerarla mejor canción de la historia. Y sí, es que hace unos años existía una prensa de alto nivel que se vendía en las papelerías y kioskos. Me estaré haciendo mayor… En fin.

Grabada por los tres miembros de la época de los que aún perduran Robert del Naja ( Banksy ?) y Daddy G, junto a la vocalista Shara Nelson.

El videoclip, que tienes aquí abajo, fue muy mítico en la época por el plano secuencia, la ubicación (Santa Mónica, LA), tremendo temazo, etc. Échale un vistazo luego 😉

Por cierto, fue BSO de la totalmente prescindible película Sliver, traducida creo como Acosada en España.

Vamos al lío, la canción se apoya sobre tres patas muy sólidas y frecuentemente usadas en el Trip Hop, y es que este movimiento nacido en Inglaterra (Bristol) fue muy importante en aquella década. Volviendo a las patas: un bombo de ultratumba con un ritmo un poco jungle en la caja, una especie de xilofono percutido muy seco y unos arreglos de cuerda que le aportan calidez y textura. Todo un acierto esta última parte. Estos instrumentos cimientan una sólida estructura en la que batería y el xilofon entran en un bucle rítmico-melódico que se mantiene prácticamente durante los más de cinco minutos que dura la canción. Desde aquí son las cuerdas y la voz las que van marcando cada parte y añadiendo la tensión emocional a cada momento. Magistral.

Personalmente encuentro complicadísimo hacer un tema que pase a los anales de la historia con estos sencillos principios, pero como aprendiz de músico todo lo que sea sencillez con grandes resultados me encanta y motiva.

Ahora, dale al play y sigue leyendo, por favor. Y trata de ir avanzando a medida que la música suena, despacio. Así estaremos los dos en el mismo sitio y podremos compartir mejor la experiencia.

El mood al principio te pone en situación, bombo subterraneo mediante, parece que lo estén grabando en directo con un DJ a la antigua usanza, scratch incluido y un groove en la rítimca que te agarra para no soltarte. En el video podemos oir hasta los perros, esto nos pone en situación: unos homies en su barrio haciendo cosas de homies en su barrio. Entra a la vez el xilofon (?), en seguida cuerdas, un sample de voz y ya te han atrapado.

Acto seguido viene nuestra querida solista con su voz de cuero y terciopelo, hablandonos de un amor que parece va a ser tormentoso desde antes de empezar. Nos da un poco de contexto, se culpa de su mala conducta y le duele. Asume su culpa, pero «¿Cómo tener un día sin su noche?». Ella necesita más. Llegado este punto ya nos tiene bailando con una lágrima que asoma.

Se mantiene la tensión completando los silencios de Shara con los arreglos de cuerda, como si de un blues se tratara. Entra la segunda estrofa; ansia por el encuentro.

Rozando el minuto 2 se nos presenta el primer estribillo, en versión sencilla, queda mucha tensión que liberar aún. Un alma sin mente, un cuerpo sin corazón, desolación seguida de una parte instrumental que nos lleva y nos prepara para continuar.

El solo de piano a modo de interludio mientras la base rítimica, incansable, sigue haciendo que nos movamos bajo una sombra de oscuridad amenazadora y placentera a la vez.

Vamos directamente con otro estribillo repetido dos veces que casi parece más bien un puente, o ¿acaso es un puente? que nos transporta hasta el climax emocional de la canción, donde las cuerdas nos levantan en volandas y, con un suave pero decidido crescendo cuentan más que cualquier texto. Soy especialmente fan de este tipo de pasajes con notas sostenidas y poderosa carga emocional. Sientelo.

Parón y nos reencontramos con esa base rítmica tremenda en una mini intro, como quien encuentra un amigo en territorio desconocido, que se encarga de irnos sacando poco a poco de este trance cual náufrago acompañado por una ola hasta la orilla.

Espero que te haya gustado y hayas disfrutado del viaje tanto como yo. Si es así, me gustaría que lo compartieras conmigo.

Un Poco de Contexto

Hace unos 10 años tenía otro blog, muy similar a este en su ambición y contenido. Si no lo continúo y abro este nuevo es, principalmente, porque creo que debo hacerlo así para tratar de desarrollar un poco más la temática y el enfoque.

Siempre me ha interesado más hablar de lo que la música me hace sentir que de cómo está hecha o en quién se ha inspirado, aunque como veréis más adelante tampoco soy inmune a comparaciones. Especialmente en las primeras escuchas.

Había pensado en crear un canal de YouTube, que hoy en día parece la mejor manera de obtener reconocimiento, pero de momento permaneceré fiel a la palabra escrita. Además me da vergüenza. Lo cierto es que a la larga me gustaría dedicarle más tiempo a la literatura y este es un camino tan bueno como cualquier otro.

Empezaré probablemente hablando de canciones sueltas, tratando de intercalar alguna más actual que imagino tendrá algo más de repercusión. Lo cierto es que me gustaría que asi fuera. Más adelante me atreveré con discos enteros a ver que da. Bueno, vamos a disfrutar el proceso que es lo único que tenemos asegurado.

Me presento

Soy El Albatros. Y sí, pretendo hacer alusión al mítico poema de Beaudelaire, de quien debo reconocer que sólo he leido un puñado de páginas.

Este blog pretende ayudarme a compartir alguna de las joyas que he ido encontrando a lo largo de mi vida. Un proyecto que he ido aplazando por motivos que me avergüenza exponer.

Todo lo aquí expuesto será desde un punto de vista profundamente íntimo donde manifestaré, más que una opinión formal pura, la emoción que me transmite y qué vivencias me ha proporcionado.

En fin, ya estamos aquí. Espero que lo disfrutes y que esto que propongo a ti también te mueva.